Idaflieg Sommertreffen 2018
Este año 8 miembros del club de vuelo, Santi, Ales, Inés, Rober, Fran, Jorge, el presi Andrés y yo, Teresa; nos fuimos a Alemania al Sommertreffen. Para aquellos que no sepáis lo que es os pongo un poco en contexto. En Alemania el vuelo a vela está muy extendido y cada Universidad tiene un “Club de Vuelo” propio, allí se llaman Akaflieg. Estos Akaflieg juntos forman un club grande llamado Idaflieg, que se reúne dos veces al año en un evento llamado Sommertreffen y otro llamado Wintertreffen. En esas reuniones los Akafliegs aprovechan para realizar los ensayos de sus proyectos, si son de aviones, ensayos en vuelo y si no otro tipo de test, además, algunas empresas les ceden aviones (Sí, les ceden aviones GRATIS) para que realicen una serie de pruebas.
Día 1:
El primer día nuestro avión salía a medio día. Después de hacer un pequeño picnic en la T2 de Barajas nos fuimos a nuestro avión, un 737 de Air europa. El 737 es el avión favorito de Santi así que cuando se enteró de que volaríamos en él no paró de repetir que quería volar en cabina. Al final, como es muy pesado, la azafata se apiadó de él y le dejó echar un vistazo un poco largo que duró hasta que aterrizamos en Frankfurt, aterrizaje incluido.
En Frankfurt tomamos el primer tren hasta Stuttgart, allí teníamos media hora para ver la ciudad y eso hicimos. Llegamos al siguiente tren de suerte. Ese tren nos llevaría a Aalen, un pequeño pueblo a unos 20 km del aeródromo a dónde íbamos.
Llegamos bastante tarde así que nos fuimos a la cama directamente.
Día 2:
Nuestro primer día. A primera hora, después del desayuno, nos explicaron cómo se hacía en “Zacher”. El “Zacher” consiste en una serie de ensayos que se realizan a la aeronave para testear sus actuaciones en vuelo. En él se lleva la aeronave a diferentes situaciones donde se miden tiempos de respuesta, fuerza y desplazamiento del timón de mando y las distintas respuestas del avión en diferentes ángulos de cabeceo y alabeo. Una vez terminado, nos fuimos a probarlo de verdad. Hay que decir que estos vuelos donde se realiza el zacher no suelen ser divertidos (al menos no la primera vez), porque requieren una alta concentración e incluso llegan a generar náuseas debido a que, a la vez que vuelas las diferentes maniobras, debes ir realizando anotaciones. Mientras unos volaban, los otros ayudaban a remolcar aviones, y así pasamos el resto del dia.
Día 3:
Primer madrugón de verdad. A las 5:30 para ser exactos. Los test para trazar la polar de los aviones tienen que realizarse con las mejores condiciones de viento en calma y ausencia de nubes, el amanecer suele ser buen momento para ello. Utilizando un Discus provisto de sofisticados aparatos de medida, entre ellos una pitot más grande (la cual era mas cara que el resto del avión) se realiza un vuelo en el que se comparan las actuaciones de este avión con el deseado, en el caso de este dia, un mini-lak.
El resto del día más Zacher y remolque de aviones.
Día 4:
Cargar aviones y hacer Zachen era divertido pero llegó el turno de la ingeniería. El grupo se separó en dos. La mitad, con ayuda de gente de los Akafliegs trataron de hacer un dispositivo para retrasar y suavizar la entrada en pérdida. La otra mitad nos dedicamos, a través de lanitas, a analizar el flujo alrededor del fuselaje de un Duo Discus-T para tratar de descubrir porqué las trampillas del motor se abrían.
Solo pudimos volar el primer proyecto. Se descubrió que el dispositivo apenas bajaba la velocidad de entrada en pérdida y que la hacía más brusca así que el resultado no fue demasiado bueno.
A última hora del día un nuevo miembro del club se unió al grupo, Enrique, vicepresi y responsable del área del Akaflieg Madrid.
Día 5:
A lo largo del día tuvimos la oportunidad de probar bien los proyectos del día anterior. El sábado es un día que en teoría no se trabaja y que se vuela por placer y eso hicimos.
Durante todo aquel baile de aviones, llegaron unos representantes de la empresa austríaca Diamond, un piloto de pruebas, un ingeniero jefe y una directora de marketing. Vinieron con uno de sus aviones más nuevos, una Da-62, en la cual algunos de los chavales pudieron volar. Esta empresa vino buscando gente a la que contratar u ofrecer prácticas.
Una cosa que nos resultó muy curiosa de este día fue la capacidad que tenían los alemanes para subirse a un avión en el que no habían volado nunca antes y salir con el sin antes recibir instrucción en él. Esto se debe a que, previo al Sommertreffen, realizan otra reunión en la cual demuestran su pericia como pilotos, recibiendo así autorización para volar los aviones del resto de Akafliegs.
A última hora tuvo lugar la fiesta del Sommertrefen, “Bergfest”, así que tuvimos que parar de volar pronto para ponernos guapos para la fiesta, todos bien uniformados con nuestro polo del Akaflieg.
Utilizando un torno como escenario/cabina de DJ, un grupo de chicos de diferentes Akafliegs tocaron un par de canciones y luego pusieron música. También había una piscinita de plástico que a eso de las 2 de la madrugada utilizamos para dar unos largos y así hacer algo de ejercicio.
Día 6:
Este día está prohibido pilotar aviones si has bebido alcohol en las 24h anteriores, así que el domingo fue nuestro día de descanso.
Aprovechando que teníamos un coche a nuestra disposición, nos fuimos a pasar la tarde en un laguito cerca del aeródromo y así conocer un poco la zona.
Día 7:
Nuestra última mañana en el aeródromo. Nos apuntamos para ayudar en los vuelos del amanecer, pero se cancelaron por mala meteo así que nos volvimos a la cama, algunos ni llegaron a salir de ella.
Tras el desayuno a las 8:30 nos acercaron a Aalen para visitar un poquito el pueblo y después coger el tren que nos llevaría a Frankfurt.
Llegamos allí a media tarde y tras una duchita nos fuimos a ver la ciudad.
Día 8:
Nos levantamos relativamente temprano para seguir visitando Frankfurt, ciudad que nos gustó a todos, y por la tarde cogimos otro 737 que nos traería de vuelta a Madrid. Esta vez decidimos que Inés, en caso de que nos dejasen volar en cabina, sería la que iría pero los tripulantes de cabina no eran tan majos y nadie pudo volar.