25 de julio de 2012 a las 17.30h locales. La aeronave matriculada como EC-GND se dispone a aterrizar por la cabecera 10 del Aeródromo de la Mancha. Cuando se encuentra en el tramo de viento en cola notifica que vuela muy alto y que realizará otro circuito. Tras terminar éste último y estimar que su posición es demasiado baja, aborta el aterrizaje en la pista, tomando fuera de campo, resultando ileso el piloto pero quedando la aeronave muy dañada.
Esta historia daba comienzo a uno de los primeros proyectos del Club: la rehabilitación de un planeador Grob G102 Astir CS para servir como simulador de vuelo a vela. Una vez analizamos los restos del avión, separamos la parte delantera del fuselaje y procedimos a la reparación del morro, el cual había recibido un fuerte impacto.
Fueron necesarias muchas horas de trabajo, lijando y dando forma a la nueva fibra de vidrio, pero el resultado final fue inmejorable.
Una vez que el avión (o lo que queda de él) hubo recuperado su apariencia original, llegó la hora de añadir la electrónica. Como este cockpit no iba a volver a volar, todos los mandos debían ser sustituidos por sensores capaces de detectar los inputs del piloto, creando una interfaz con el software del simulador. Así, procedimos a instalar los diferentes potenciómetros encargados de medir las deflexiones de alerones, profundidad y timón, además del uso de los aerofrenos. Todas estas señales se redirigieron al servidor donde se estaba ejecutando el software, finalizando así la primera fase de desarrollo de este proyecto.
Como segunda etapa, el proyecto continúa con la adición de dos motores eléctricos capaces de mover el cockpit, mejorando la sensación de realismo desde dentro del simulador, aunque tendremos que esperar algunos meses todavía para ver los resultados definitivos.